Discurso del Método: Textos Extraídos



PRIMERA PARTE

"El buen sentido es la cosa mejor repartida en el mundo: pues cada uno piensa estar tan bien provisto de él que incluso los que son mas difíciles de contentar con cualquier otra cosa no están acostumbrados a desear más del que tienen."

"que el poder de juzgar bien y distinguir lo verdadero de lo falso, que es propiamente lo que se denomina el buen sentido o la razón"

"Pues no es suficiente tener buen ingenio, sino lo principal es aplicarlo bien."

"Las más grandes almas son capaces de los mayores vicios lo mismo que de las mayores virtudes; y los que sólo andan muy lentamente pueden avanzar mucho más si siguen siempre el camino recto, que los que corren y se alejan de él."

"Sé cuánto estamos sujetos a equivocarnos en lo que nos concierne y cuánto también deben sernos sospechosos los juicios de nuestros amigos cuando lo son a nuestro favor."

"Así, pues, mi propósito no es enseñar aquí el método que cada uno debe seguir para conducir bien su razón, sino solamente hacer ver de qué manera he tratado de conducir la mía."

"Los que tratan de dar preceptos deben estimarse más hábiles que aquellos a quienes los dan; y si fallan en la menor cosa son por ello censurables."

"espero que será útil para algunos, sin ser nocivo para nadie, y que todos agradecerán mi franqueza."

"Pues yo me encontraba confundido con tantas dudas y errores que me parecía no haber obtenido otro provecho, al tratar de instruirme, que el de descubrir cada vez más mi ignorancia."

"que la lectura de todos los buenos libros es como una conversación con las personas más integras de los siglos pasados"

"es bueno haberlas examinado todas, incluso las más supersticiosas y las más falsas, con el fin de conocer su justo valor y cuidarse de ser engañado por ellas."

"Es bueno saber algo de las costumbres de los diversos pueblos para juzgar las nuestras con mayor sensatez y para que no pensemos que todo lo que está en contra de nuestras maneras de actuar sea ridículo y opuesto a la razón, así como tienen la costumbre de hacer los que no han visto nada."

"Y por último, respecto a las malas doctrinas creía conocer ya bastante lo que ellas valían como para no ser engañado, ni por las promesas de un alquimista, ni por las predicciones de un astrólogo, ni por las imposturas de un mago, ni por los artificios o la jactancia de alguno de quienes hacen alarde de saber más de lo que saben."

"Y siempre tenía un gran deseo de aprender a distinguir lo verdadero de lo falso para ver claramente en mis acciones y caminar con seguridad en esta vida."

"yo aprendía a no creer muy firmemente en nada de lo que hubiera sido persuadido sólo por el ejemplo y la costumbre; y así me liberaba poco a poco de muchos errores que pueden ofuscar nuestra luz natural y hacernos menos capaces de entender la razón."


SEGUNDA PARTE

"Y aún más pensaba que como todos hemos sido niños antes de ser hombres, y hemos tenido que ser gobernados mucho tiempo por nuestros apetitos y nuestros preceptores, que con frecuencia eran contrarios unos a otros y, que quizá ni los unos ni los otros nos aconsejaban siempre lo mejor, es casi imposible que nuestros juicios sean tan puros y tan sólidos como lo serían si hubiéramos utilizado enteramente nuestra razón desde nuestro nacimiento y no hubiésemos sido guiados jamás sino por ella."

"Si al haberme gustado tanto mi obra les muestro aquí el modelo, esto no significa que quiera aconsejarle a alguien que la imite."

"La sola resolución de deshacerse de todas las opiniones que una ha recibido anteriormente en su creencia no es un ejemplo que cada uno deba seguir."

"asi, en lugar de ese gran número de preceptos de los que se compone la lógica, creía que eran suficientes los cuatro siguientes, con tal que tomara una firme y constante resolución de no dejar de observarlos una sola vez.

El primero era no aceptar jamás ninguna cosa por verdadera que yo no conociese evidentemente como tal: es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención; y no incluir en mis juicios nada más que lo que se presentara a mi espíritu tan clara y distintamente que no tuviese ocasión alguna de ponerlo en duda.

El segundo, en dividir cada una de las dificultades que examinara en tantas partes como se pudiera y se requiriera para resolverlas mejor.

El tercero, en conducir ordenadamente mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ascender poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de los más compuestos, e incluso suponiendo un orden entre los que no se preceden naturalmente unos de otros.

Y el último, en hacer en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que estuviese seguro de no omitir nada."

"pensaba que para considerarlas mejor en particular debía suponerlas como líneas porque no encontraba nada más simple ni que pudiese representar más distintamente a mi imaginación y a mis sentidos."

"yo no debía intentar llevarlo a cabo antes de haber alcanzado una edad más madura que la de veintitrés años, que tenía entonces"


TERCERA PARTE

"La primera, era obedecer las leyes y las costumbres de mi país, manteniendo con constancia y firmeza la religión en la que Dios me concedió la gracia de ser instruído desde mi infancia"

"Y entre muchas opiniones igualmente recibidas sólo escogía, las más moderadas, tanto porque son siempre las más cómodas para la práctica y verosímilmente las mejores, pues todo exceso suele ser malo, como también con el fin de apartarme menos del verdadero camino en caso de equivocarme, si, al haber escogido uno de los extremos era el otro el que hubiera sido necesario seguir."

"Y particularmente entre los excesos colocaba todas las promesas por las cuales se recorta algo de la propia libertad."

"Mi segunda máxima era ser lo más firme y lo más resuelto que pudiera en mis acciones, y no seguir con menos constancia las opiniones más dudosas, una vez me hubiera determinado a ellas como si hubiesen sido muy seguras."

"Y esto fue suficiente desde entonces para librarme de todos los arrepentimientos y remordimientos que suelen agitar las conciencias de esos espíritus débiles y vacilantes, que se dejan llevar con inconstancia a practicar como buenas las cosas que juzgan después que son malas."

"Mi tercera máxima era tratar siempre de vencerme a mí mismo más bien que a la fortuna, y de cambiar mis deseos más que el orden del mundo; y en general, acostumbrarme a creer que no hay nada que esté absolutamente en nuestro poder como nuestros pensamientos."

"y haciendo, como se dice, de la necesidad una virtud, ya no desearemos más estar sanos, cuando estemos enfermos, o ser libres estando en prisión, como ahora no deseamos tener cuerpos de una materia tan poco corruptible como los diamantes o alas para volar como los pájaros."

"puesto que nuestra voluntad no se inclina a seguir ni a huir de algo sino cuando nuestro entendimiento se lo representa como bueno o malo"

"No es que con esto imitase a los escépticos que sólo dudan por dudar y fingen estar siempre indecisos: pues, al contrario, todo mi propósito sólo tendía a afirmarme y descartar la tierra movediza y la arena para encontrar la roca o la arcilla."


CUARTA PARTE


"pienso, luego soy"

"Pero lo que hace que haya muchos que se persuaden de que hay dificultades para conocerlo e incluso también para conocer lo que es su propia alma, es que no elevan nunca su espíritu más allá de las cosas sensibles, y están tan acostumbrados a no considerar nada sino imaginándolo, lo que es una manera particular de pensar para las cosas materiales, por lo que todo aquello que no es imaginable les parece que no es inteligible."

"no debemos nunca dejarnos convencer sino por la evidencia de nuestra razón. Y es de observar que digo, de nuestra razón, y no de nuestra imaginación ni de nuestros sentidos."


QUINTA PARTE

"Por lo demás, me he extendido aquí un poco sobre el tema del alma porque es uno de los más importantes; pues después del error de los que niegan a Dios, error que pienso haber refutado ya suficientemente, no hay nada que aleje más a los espíritus débiles del recto camino de la virtud que imaginar que el alma de los animales es de la misma naturaleza que la nuestra, y por consiguiente, que no tenemos nada para temer ni para esperar después de esta vida, igual que las moscas y las hormigas; mientras que cuando se sabe cuán diferentes son de nosotros, se comprenden mucho mejor las razones que prueban que la nuestra es de una naturaleza enteramente independiente del cuerpo y, por lo tanto, que no está sujeta a morir con él; y puesto que no vemos otras causas que puedan destruírla, nos inclinamos naturalmente a juzgar por todo esto que es inmortal."


SEXTA PARTE

"Pues aunque sea verdad que cada hombre está obligado a procurar el bien de los otros, en tanto está en sus manos, y que propiamente no vale nada quien no es útil a nadie"

"sin embargo es también cierto que nuestras preocupaciones deben extenderse más allá del tiempo presente, y que es bueno omitir las cosas que quizás aportarían algún provecho a los que viven, cuando se tiene el propósito de hacer otras que le aporten más a nuestro descendientes."

"y los que han sido mucho tiempo buenos abogados, no son por esto mismo, después, los mejores jueces."

"Son como la hiedra, que no tiende a subir más alto que los árboles en que se enreda y hasta con frecuencia vuelve a bajar después de haber llegado hasta su copa; pues me parece que, quienes no contentos con saber todo lo que se les ha explicado de manera inteligible sobre el autor, quieren además de esto encontrar ahí la solución de muchas dificultades de las que no habla y en las cuales quizá nunca pensó, también descienden, es decir, se vuelven de alguna manera menos sabios como si dejaran de estudiar."

"Sin embargo es muy cómoda su manera de filosofar para quienes poseen un talento mediocre pues la oscuridad de las distinciones y de los principios de que se sirven les permite hablar de todo con tanta osadía como si lo supieran, y sostener todo lo que dicen contra los más sútiles y los más hábiles, sin que haya algún medio de convencerlos."

"Pero si prefieren el conocimiento de un poco de verdades a la vanidad de aparentar que no se ignora nada, como sin duda es muy preferible, y si quieren seguir un propósito semejante al mío, no necesitan para ello que les diga algo más de lo que ya dije en este discurso. Pues si son capaces de ir más lejos de lo que he hecho, también con mayor razón lo serán de hallar por sí mismos todo lo que pienso haber encontrado."

"Como estoy persuadido, por parte mía, de que si me hubieran enseñado desde mi juventud todas las verdades cuyas demostraciones tuve que buscar después y no me hubiese costado ningún trabajo aprenderlas, quizá nunca hubiera podido llegar a saber otras y al menos no habría adquirido nunca el hábito y la facilidad que creo tener para encontrar siempre otras nuevas en la medida en que me dedique a buscarlas."

"Pues en cuanto a los voluntarios que se ofreciesen acaso a ayudarle, por curiosidad o deseo de aprender, además de que por lo común tienen más promesas que eficacia y sólo hacen bellas proposiciones que nunca logran realizar, desearían con toda seguridad ser pagados con la explicación de algunas dificultades, o al menos con cumplidos y conversaciones inútiles, las cuales así le costaran tan poco de su tiempo son una pérdida."

"Pero además de que no tengo tanta presunción como para prometer algo extraordinario, ni me siento tan lleno de pensamientos tan vanos como para imaginarme que el público deba interesarse mucho en mis proyectos, tampoco tengo el alma tan baja como para querer aceptar de nadie ningún favor que pudiera creerse que no merezco."

"Pues no prometo dar jamás largas respuestas sino solamente confesar mis fallas con mucha franqueza si las conozco bien; si no las puedo percibir, decir simplemente lo que crea que se requiere para la defensa de las cosas que he escrito, sin añadirles la explicación de ninguna nueva materia a fin de no comprometerme indefinidamente pasando de una a otra."




     

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