Un día más...

Un día más,
un día más que se ha añadido a mi conciencia,
un día más del que salí triunfante,
un día menos de existencia,
un día menos por delante,
y un día más que se ha quedado atrás.


Un día más en el que he arrastrado mi cuerpo
como un peso inerte,
hacia su trágico destino,
por el camino de la vida y de la muerte,
por el monótono camino
que va del porvenir al pasado
y une lo que he de ser con lo que fui.

Sí,
un día más ganado para la vida y para la muerte
desde el día en que nací,
para la vida y para la muerte;
pero perdido para mí.

Un día más en el que al seguir viviendo
he seguido muriendo,
porque la vida es una herida...
Es una grave herida,
y he seguido muriendo
por la herida de la vida.

(¿Por qué, Oh Dios, he de morir
así, sin motivo,
si estoy vivo,
si soy,
si mi eternidad
empieza hoy?

¿Y, por qué, Oh Dios, estoy yo vivo,
consciente,
despierto,
si he de perecer,
si estoy ya muerto...
si estaba ya muerto
antes de nacer?)




Autor desconocido

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